Acoso escolar: EL CASO DE LARA (2ª parte)

Ayer os expuse, por encima, el caso de Lara (que debo decir, es un nombre ficticio) y hoy escribo de nuevo sobre ello porque este triste suceso me va a permitir hacer un análisis en profundidad de las respuestas que se suscitan en un centro docente cuando se descubre un caso de acoso escolar:

1) Obviar/ignorar el suceso. Los profesores o compañeros se dan cuenta de que "algo ocurre", pero no se detienen a ver qué puede estar sucediendo. "Ojos que no ven..."

2) Silencio cómplice. Los profesores o compañeros saben/ven lo que ocurre, pero no hacen nada. "No es mi problema... no me voy a complicar la vida..."

3) Ningunear/culpabilizar/descalificar a la víctima. Destacar un rasgo de la personalidad o de las circunstancias personales de la víctima, que estuviera propiciando o desencadenando la violencia del otro. "Si es que tiene totalmente el perfil de víctima... si es que no se integra... si es que es rarito/rarita... es que fíjate como va vestido/vestida..."

4) Justificar al agresor, sobre todo si éste tiene una buena relación con el profesor o es un buen estudiante. "Por una vez, están exagerando, no es el típico agresor, conozco a sus padres, es un buen muchacho, no lo hizo a propósito, estaría bromeando..."

5) Reetiquetar el suceso. Nuestra mente, en ocasiones nos hace reinterpretar/reetiquetar lo que ocurre a nuestro alrededor, para acomodarlo a nuestras creencias, ideas o expectativas. "No es acoso, simplemente es un caso de inadaptación social, o de pocas habilidades sociales... el pobre chico sólo busca amistad, se siente solo, y no sabe relacionarse, por eso es tan bruto..."

6) Ponerse a la defensiva. ¿Por qué ha ocurrido en mi clase? ¿Tienen algo contra mí? Ahora me voy a comer el marrón...

7) Victimizarse. Es la fase siguiente a la anterior. El profesor siente que el equipo directivo o sus compañeros le culpan de haberlo permitido o de no haberse enterado a tiempo. Se siente víctima y comienza a comportarse como tal, buscando ayuda/comprensión/compasión de quienes le rodean. Si lo consiguen, habrán desviado la atención de la víctima real hacia ellos mismos, con lo que, de un modo indirecto, estarán causando un daño aún mayor a la víctima real. Hay gente que se pasa la vida "lamiéndose las heridas", mientras a su lado, el otro se desangra.

8) Diferir/trasladar la culpa o responsabilidad. En ocasiones, el centro exculpa a quien ha agredido y deposita la culpa en alguien del entorno, en consonancia con la justificación del agresor, vista más arriba.

9) Interpretar el hecho en función de experiencias previas o de una visión política o social determinada. "Esto ya lo he vivido antes y sé cómo actuar... estos pijos/macarras/rojos/fachas/gitanos/inmigrantes/etc hacen siempre lo mismo..."

10) Aplicar medidas erróneas que agravan el problema. En los últimos años se ha puesto de moda el tema de la mediación en los centros. Quien  más quien menos ha hecho un cursillo de formación de 20 horas en el CFIE de la esquina. Pero ni todos los alumnos inquietos tienen TDAH, ni todos los casos de enfrentamiento son ACOSO ni todos los problemas se resuelven mediante MEDIACIÓN.

11) Reparo/miedo/indecisión/falta de costumbre a la hora de denunciar ante la policía/guardia civil/juzgado. Cómo cuesta dar el paso, cruzar la calle, y que actúe quien deba actuar. Esperamos que la víctima o su familia tenga la fuerza, la decisión o el conocimiento preciso para dar los pasos que deben darse. Pero ello no siempre ocurre y desde nuestra posición debemos asesorarles, acompañarles y, cuando sea preciso, tomar la iniciativa y denunciar.

¿Qué está pasando en el centro en relación a Lara?

Algunos profesores la están descalificando: "Lara no tiene habilidades sociales"
Obviar el acoso. Ahora resulta que todo el mundo lo sabía pero miraron hacia otro lado, compañeros y profesores.
Están reetiquetando los hechos: "tampoco es para tanto, una simple broma...".
Están justificando a los agresores: "son buenos chicos, conozco a sus padres, aprueban todo, fue una broma..."
Están aplicando medidas erróneas, agravando el problema. Van a intervenir los alumnos mediadores. El coordinador de convivencia ha hablado con los agresores. Se lleva bien con ellos, son algunos de sus mejores alumnos y, en plan colega, les dice que "hombre, eso no se hace, venga, que no vuelva a repetirse..."
La profesora en cuya clase ocurrió la agresión se siente víctima de la situación y se desahoga ante sus alumnos, quienes están culpando a la víctima de hacer sufrir a una "profesora tan buena". La profesora teme ser expedientada y así lo hace ver a todo el mundo. Los compañeros inquieren a la víctima: "¿ves lo que has hecho, Lara, te parece bonito...?" El alumnado toma partido por la profesora y aísla a Lara, quien recibe insultos por los pasillos.

Acompañé hoy a Lara a la salida del instituto y camino de su casa le pregunté: ¿cómo te sientes hoy?. Y me respondió: "sólo faltan 2 días para el lunes". Le temblaba la voz y la mirada.

Lagartija
Lagartija

Políticamente incorrecta. Lic. en Filosofía y CC. de la Educación. Profesora. Psicóloga. También escribo en infohispania.es

5 comentarios:

  1. Explicas muy bien gran parte de las reacciones que pueden aparecer cuando se da acoso escolar. Yo tuve la suerte de vivir un caso como orientador en el que, gracias al jefe de estudios, los profesores y alumnos no se cayó en estos errores. Creo que para tratar estos temas tres puntos importantes son: 1) Proteger a la víctima; 2) No relativizar los hechos; 3) Aplicar desde el Reglamento del centro sanciones más efectivas y, si me apuras, creativas, que la mera expulsión temporal.

    Mucho ánimo a "Lara" y a ti como orientadora. Todo mi apoyo moral para el lunes y los días siguientes.

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  2. Si se siguieran esos 3 puntos, la actuación sería impecable. Me gusta lo de las ideas creativas (además de la expulsión, que es obligatoria, claro) Yo suelo indagar castigos creativos, porque como sabes, los alumnos se habitúan a todo.
    Ya te contaré qué tal el lunes. Espero que todo transcurra dentro de la normalidad. Lo que me entristece es imaginarme a Lara en su casa este fin de semana, anticipando vete tú a saber qué.
    Saludos, Alberto

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  3. El Lunes me desperté pensando en esta niña, ya nos dirás cómo va el asunto, pero hoy te diré que viene algo de eso en la página 16 de El Mundo donde se habla de la detención de un menor por acoso en clase y ya constaba una denuncia previa, siempre es mejor que haya una y luego, claro, que las distintas autoridades respondan adecuadamente

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  4. Hoy es lunes. Esperemos que no haya pasado nada. Dile a Lara de mi parte que estamos con ella, y que de haber habido algún hombre hecho y derecho en esa clase la ahbrían defendido. Que no se desanime, es lo más importante, y para eso lo mejor es que se sienta apoyada.

    A la profesora que la crujan con todo el equipo, que para algo era la responsable. De sus compañeros no digo nada, es muy difícil encontrar valientes con 17 años, y de los agresores... Bueno, alguien debería "darles un susto" o, mejor dicho, asumir el papel que los profesores y las autoridades han dejado vacante y explicarles con pelos y señales que sus actos tienen consecuencias.

    Auténticamente lamentable, de verdad. Como sociedad, nos merecemos cualquier cosa que nos pase. Mucho ánimo para Lara y si necesita algo, que lo pida.

    Un saludo.

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  5. Queridos amigos. Veo a Lara peor, no ha ocurrido nada nuevo que los profesores hayamos podido detectar (los que estamos alerta), pero algo está pasando en el interior de esta niña y se refleja en su estado de ánimo y en el modo de caminar por los pasillos. He hablado con ella y ahora ya no cuenta nada, se muestra recelosa y creo que no sabe en quien puede confiar y en quien no. Le he ofrecido acompañarla a denunciar el caso y le espanta pensarlo. Lo descarta de tal modo, que incluso se arrepiente de haber contado a la jefa de estudios lo que le ocurrió. Me duele que no confíe en mí, pero la entiendo, eso es lo que entre todos le hemos enseñado. Feanar: todos los hombres de su clase participaron en la agresión, unos la manosearon, otro la besó, otro grabó el vídeo y el otro pagó el trabajo (5 euros). Lo hicieron con la ayuda de las chicas, exceptuando a 3 que no participaron activamente pero sí guardaron silencio.
    La profesora está en plan víctima total, llorando por las esquinas y despertando compasión y solidaridad que revierte en rencor hacia Lara.
    Gracias a todos por vuestro interés.
    Nota: intento cuidar de Lara en la distancia, sin que ella lo note. Entre otra profesora y yo estamos pendientes.

    Gracias a todos. Sinceramente. Ojalá pudiera hablarle de vosotros y transmitirle vuestro ánimo, pero ella no sabe nada de esto, claro.

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