A PERPETUIDAD...

Resultado de imagen de reloj roto


El padre, tremendamente disgustado, preguntó a su hijo:

- ¿Qué es lo que más deseas en el mundo? ¿Cuál es tu sueño?

El muchacho, desconcertado, respondió, titubeante:
- Un caballo. De mayor, me gustaría tener un caballo.
El padre, mirando fijamente a su hijo, aseveró:
- Pues ¡jamás tendrás un caballo!

Ese fue el castigo por suspender 4 asignaturas ese trimestre, en 2º de la ESO. Un castigo de por vida, a perpetuidad, como las tumbas del cementerio.

Luis no tuvo mejor suerte. Era un buen niño, obediente, tranquilo, aunque mal estudiante. Desde que llegó al instituto siempre suspendía alguna asignatura. Tras la 1ª evaluación de 1º de la ESO, su castigo fue que los Reyes Magos pasaran de largo. Las cosas no mejoraron, y en 2º de la ESO, se le castigó a no tener Navidad. No hubo para él celebraciones, regalos, alegría, reuniones familiares… y así durante varios años. 

Ahora es un adulto que odia la Navidad y que rehúye cualquier tipo de celebración. Acude a los eventos familiares por obligación, pero no participa de la conversación, de la animación, de la alegría. Su ánimo está fuera de algo de lo que se lo privó cuando jamás debió hacerse, y en cuanto finaliza la reunión se ausenta con cualquier excusa. Dicen que es esquivo, que no se integra en la familia, pero en realidad le cuesta permanecer en un lugar del que fue expulsado siendo niño.

Son casos reales. Jaime y Luis son hombres condicionados por su pasado, por una educación que contempla unos castigos desproporcionados. Hay padres y madres (sobre todo padres), que tienen la equivocada idea de que a mayor severidad, mejor educación. Esos padres y madres terminan sabiendo, demasiado tarde, que quizás algo no hicieron bien. Eso, en el mejor de los casos, puesto que lo habitual es que sigan haciendo reproches a sus hijos, a perpetuidad. Castigos y reproches perpetuos. Como la muerte.

Lagartija
Lagartija

Políticamente incorrecta. Lic. en Filosofía y CC. de la Educación. Profesora. Psicóloga. También escribo en infohispania.es

No hay comentarios:

Publicar un comentario